#ElPerúQueQueremos

MOTIVACIONES DETRÁS DE LA GUERRA SUCIA

PSIQUIS DE LA CONTRA CAMPAÑA

la práctica de la guerra sucia, revela el verdadero rostro de algunos candidatos que públicamente se presentan como personas correctas.

Publicado: 2014-10-05

Los piuranos y peruanos hemos sido testigo en los últimos días  de una serie de ataques personales, agravios, difamaciones, etc., contra algunos candidatos o movimientos políticos. Estas acciones las realizan a través de volantes, y a través de las redes sociales. Aunque este “trabajo sucio” es ejecutado por los entornos de candidatos (y candidatas), éstos (o éstas) son, en la mayoría de los casos quienes digitan dichas campañas.

Consecuentemente, tenemos dos grandes protagonistas de la llamada guerra sucia. Por un lado, quienes la sufren, y quienes la promueven y ejecutan. Los primeros (las víctimas) son generalmente aquellos candidatos y grupos con mayores posibilidades de salir triunfadores en los comicios. Quienes la promueven y realizan merecen un análisis aparte, pues demuestra un nivel tan bajo, que linda con la delincuencia, y lo preocupante es que teóricamente, podrían convertirse en autoridades. Dicho en otras palabras, la práctica de la guerra sucia, revela el verdadero rostro de algunos candidatos que públicamente se presentan como personas correctas.

Veamos que hay detrás de un candidato que recurre a la guerra sucia como un medio para ganar unas elecciones. Para lograrlo, debemos establecer ciertos patrones que se repiten en estos personajes. Uno de ellos es que casi todos ellos ya han ejercido el gobierno o la autoridad (alcaldes o congresistas por ejemplo), en alguno de sus niveles. ¿Y por qué se aferran o añoran tanto el poder, y en ese afán utilizan medios claramente irregulares y hasta inmorales?

Al respecto, rigurosos estudios psicológicos nos dan luces para entender esta actitud. Veamos. La búsqueda de la reelección se puede explicar psicológicamente como una adicción al poder. Toda adicción se caracteriza porque la voluntad y la conciencia moral quedan anuladas por el deseo compulsivo de poseer algo.

Dentro de esta lógica se comprende por qué el adicto al poder, en su afán por llegar o mantenerse en éste, llega a perder todos los frenos morales. Sin embargo, lo más patético en los adictos al poder es el temor y la angustia que experimentan cuando bajan al llano. Además del miedo a ser investigados por actos de corrupción, los reeleccionistas no se pueden “resignar” a desempeñarse como simples ciudadanos. Esto explica, porque no tienen reparos es recurrir a medios tan política y social y moralmente detestables, como la guerra sucia.


Escrito por

Billy Crisanto Seminario

Buscador incansable de la verdad. Temperamental y apasionado. Deprimido a ratos, sin embargo me llena de dicha contemplar las estrellas. Cuando me siento mal vuelo al mundo de la fantasía donde encuentro a mi musa a quien colmo de amor y luego...simplemente es


Publicado en

marginal777

Just another Lamula.pe weblog