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ROBIN WILLIAMS

SU LEGADO A LA HUMANIDAD

Publicado: 2014-08-14

Ha muerte un hombre bueno y genial. En toda la tierra lamentan su partida. Mucha gente se pregunta, ¿Cómo un hombre que encarnaba la alegría en grado sumo ha podido deprimirse? Quizá un ensayo de respuesta nos dice que era tan buen actor que en sus films y en la vida real representaba tan convincentemente su papel, que pocos sabían los vacíos y sin sentidos que agobiaban su alma. Mi pequeño homenaje a tan excepcional ser humano será recordar tres de las películas que marcaron mi niñez y mi adolescencia.

La primera de ellas la vi circunstancialmente (en TV) junto a mi hermano mayor. Se trató de “El mundo según Garp”. Me impresionó bastante la manera como Jenny Fields, una feminista empedernida, decide tener un hijo, Garp (interpretado por Robin Williams) de una manera particular. Ella se enrola en el ejército como enfermera, y logra salir embarazada de un casi moribundo combatiente. De acuerdo a sus convicciones, ella sola decide ser padre y madre del pequeño Garp, criándolo con mucha libertad y amor, y vaya que lo consigue.

Éste va creciendo hasta convertirse en escritor. Se casa y tiene dos hermosos niños, con quienes pasa divertidas e inolvidables jornadas. Desgraciadamente pierde al menor de ellos en un accidente, durante un affaire de su esposa. El dolor y la rabia por la muerte del pequeño, lleva a Garp a no volver a hablar a ésta. Una vez más Jenny, convence a su hijo de que debe perdonar a su esposa. La historia completa está llena de escenas memorables y de enseñanzas que suscitaron muchas reflexiones en mí.

Luego vendría “La sociedad de los Poetas Muertos”, film de visionado obligatorio en todas las facultades de educación. El personaje es un nuevo profesor de literatura que revoluciona los antiguos y rígidos sistemas de enseñanza de la escuela. Con una actitud contestataria hacia dicho sistema, crea su propia forma de vivir y crear poesía. Pronto despierta el fervoroso interés por la literatura de sus, antes apáticos estudiantes,. Forman un grupo para reunirse por las noches en un lugar alejado donde nadie molestará su auténtica y libre creación poética. Al final, el profesor John Keating, el maestro aludido, interpretado por Robin Williams es acusado de la muerte de un alumno y es despedido de la escuela. Sin embargo, su legado ya ha calado en los jóvenes, quienes lo despiden con fervor.

El último de sus trabajos de los que daré cuenta es “El Hombre Bicentenario”, una película ambientada en el futuro y con profundas connotaciones filosófica. En ella interpreta a Andrew, un androide (programado para no morir), adquirido por la familia Martin. Producto del contacto con esta familia que lo acoge cariñosamente (y de ajustes en su configuración), el robot va adquiriendo un afecto muy vivo hacia sus miembros, especialmente hacia la hija de los Martin, a quien llama “la damita”. Sin embargo, observa con asombro primero, y luego con pesar, que ésta va envejeciendo hasta morir. Andrew va al hospital a ver a la Damita en su lecho de muerte y ve que ella aún lleva consigo un regalo que le había tallado años atrás. Ella muere en silencio y Andrew siente el dolor de no ser capaz de llorar y se da cuenta lo triste que es ser una máquina. Andrew compensa su dolor prodigando todo su cariño a la nieta de “la damita”, Portia, extraordinariamente muy parecida a su abuela. Pero con los años, se convence que el envejecimiento y la muerte es una condición en los humanos.

Es entonces que debe tomar la trascendental decisión de convertirse en humano, asumiendo el dolor y la muerte, o permanecer como androide. Elige lo primero y muer justo antes de cumplir los 200 años. Una frase, dicha por él, que trasciende lo literal y se convierte en metáfora de lo que muchas veces llegamos a convertirnos los propios humanos es la siguiente: “Como robot, podría haber vivido siempre. Pero hoy les digo a ustedes, que prefiero morir como hombre que vivir toda la eternidad como máquina. La lección final es maravillosa. Más importante que la cantidad de años que vivamos, es la calidad de éstos. Es decir los momentos felices con los seres amados, los cuales se convertirán en los hermosos recuerdos que le darán valor a nuestra existencia…


Escrito por

Billy Crisanto Seminario

Buscador incansable de la verdad. Temperamental y apasionado. Deprimido a ratos, sin embargo me llena de dicha contemplar las estrellas. Cuando me siento mal vuelo al mundo de la fantasía donde encuentro a mi musa a quien colmo de amor y luego...simplemente es


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marginal777

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