#ElPerúQueQueremos

EDUCACIÓN Y RESILIENCIA. TEMAS A CONSIDERAR EN LAS PRÓXIMAS ELECCIONES

OJO CON PLANES DE GOBIERNO DE CANDIDATOS

Publicado: 2014-08-03

Con elecciones regionales y municipales Ad portas, y asediados por el fantasma de una crisis económica, así como por el desencanto en una clase política en franco proceso de descomposición; nos corresponde a los educadores buscar motivos para pensar un Perú con un futuro mejor. Partiendo de la convicción de que el mejor activo de un país es su gente, podríamos comprobar que no estamos tan mal. Todo lo contrario. La creatividad y el empuje de los peruanos son reconocidos en todos los planos, y lo demuestran los muchos compatriotas triunfando dentro y fuera del país. En nuestro mismo entorno es alentador contactarse con ex alumnos de escasos recursos que, por ejemplo, te dicen orgullosos: “profe, estoy estudiando gastronomía” (el boom del momento). Entonces la pregunta que surge es: ¿cuáles son las limitantes de nuestro desarrollo?

Mirando nuestra realidad con sentido común podríamos encontrar más de un factor responsable de echarnos a perder el sueño de una gran nación. Podemos citar: la corrupción, el individualismo, el conformismo, el corto placismo, etc. etc. Sin embargo el hecho de que muchos peruanos se hayan liberado de estas taras restaura el optimismo. Ante esta constatación la pregunta cambiaría a: ¿cuál, o cuáles son los factores clave que ha marcado la diferencia entre los peruanos triunfadores y los demás? Veamos. Valores como la perseverancia, la confianza en sí mismo, el sentido de superación, y otros, se desarrollan en los primeros años de vida. Consecuentemente se aplica el adagio de "lo que no aprendió Juanito, jamás lo aprenderá Juan". Es más, cualquier docente conoce que en todo grupo humano, verbigracia un salón de clase, siempre habrá de tres a cinco alumnos significativamente más competente que el resto. Lo que sorprende más de todo esto es que, en muchos casos, se trata de muchachos que han sufrido casi todas las carencias. Son lo que la psicología social conoce como personas resilientes, y es lo que, en mi opinión, marca la diferencia.

Un muchacho resiliente es aquel que, en vez de derrumbarlo, las dificultades lo fortalecen e impulsan más en su propia superación. Algunos estudios han identificado rasgos propios en estas personas. Uno de ellos es un afecto muy sólido hacia los seres que dependen de él. Por ejemplo, muchos de estos niños o jóvenes sienten un ejemplar cariño hacia sus hermanos menores, a quienes sienten como motivaciones para esforzarse diariamente. Entonces habrá que afincar esta calidad afectiva en el hogar y en la escuela. Otro factor que ayuda mucho es la existencia de modelos a seguir. Personas a quienes admiren mucho y finalmente quieran ser como ellos. Éstos, a su vez, deben demostrar cualidades como: una permanente superación, coherencia entre lo que dicen y lo que hacen, y la empatía necesaria para prodigarles el afecto, que se constituye en el combustible de su auto realización. El proporcionarle estos modelos es sin duda uno de los mayores desafíos a asumir.

También ayuda mucho en el camino hacia la resiliencia, una visión trascendente de la vida. Me refiero a una indispensable dosis de espiritualidad o de religiosidad (no importa mucho la confesión profesada). Sucede que la fe, en los niños y jóvenes, se convierte en el gran apoyo para superar las situaciones dolorosas de la vida. Finalmente, algo fundamental en la formación de la resiliencia es una buena autoestima. Además de un impulso interno, ésta debe tener uno externo. Me refiero a la palabra y al gesto de aliento que debe proveerle su padre y/o su maestro. En este aspecto debemos revisar nuestro propio desempeño, pues a veces somos veloces e implacables para evidenciar los errores de los niños, y mezquinos para destacar sus aciertos. La experiencia nos demuestra que cada uno de nosotros ha tenido un profesor a quien recuerda con profundo cariño y gratitud, pues nos ayudo enormemente a auto encaminarnos.

Al respecto. Hace algunos días asistí a un conversatorio sobre el perfil y las propuestas del nuevo presidente regional, organizado por una universidad de nuestro medio. Confieso haber esperado encontrar a un grupo de jóvenes apáticos y desinteresados en la política. Pero fue todo lo contrario. La mayoría de ellos mostraba un fresco optimismo y una exigente claridad respecto a las cualidades de quien dirija los destinos del próximo gobierno regional. Quizá estos estudiantes no sean representativos de la, a veces peyorativamente etiquetada, “generación Y” (jóvenes engullidos por el vendaval de la televisión y del Internet). No obstante constituían un claro indicio de que en algunas instituciones las cosas se están haciendo bien. Aquí se podría hablar de un tipo de resiliencia política, la cual tiene la virtud de que, las recurrentes gestiones ineficientes o corruptas, en lugar de minar las esperanzas de los jóvenes, más bien las han fortalecido. A manera de conclusión podemos aseverar que las instituciones educativas, las universidades e institutos pedagógicos, y el propio Estado, deberían apuntar a cultivar la resiliencia en la formación de nuestros niños y jóvenes. En este sentido quizá sea fundamental, en las próximas elecciones de gobiernos regionales y municipales, analizar el valor que le otorga cada candidato a la mejora educativa, así como la viabilidad de sus propuestas. La sola seriedad de su apuesta por la calidad educativa sería un buen indicio para no errar, como tantas veces, en la elección de nuestras autoridades.


Escrito por

Billy Crisanto Seminario

Buscador incansable de la verdad. Temperamental y apasionado. Deprimido a ratos, sin embargo me llena de dicha contemplar las estrellas. Cuando me siento mal vuelo al mundo de la fantasía donde encuentro a mi musa a quien colmo de amor y luego...simplemente es


Publicado en

marginal777

Just another Lamula.pe weblog