La otra noche me la encontré en línea después de varios años. Ella sabía que no la había olvidado, pues claramente se miraba reflejada en más de uno de mis personaje. Yo estaba seguro que una espina de resentimiento aún no había sanado en su alma, por ello traté de manejar la plática con mucho tino. Me contó que era feliz con su nuevo novio, y yo mentí cuando le dije que me alegraba, porque ella se merecía lo mejor del mundo. Trate de recordar nuestras historias más bellas, pero implacablemente cortaba mi iniciativa. Me comentó que se casaría dentro de unos meses con un hombre que era una maravilla. El encuentro (con ella) que tanto tiempo había anhelado no tardó en convertirse en dolor...

Hay una pulsión muy ligada a los afectos más intensos que no solemos reconocer. Se trata de preferir que el ser amado sea infeliz, sí no somos nosotros los artífices de su felicidad. Cuantas veces nos llenamos de celos y hasta de rabia cuando nuestra musa nos cuenta que pasó momentos bellos con un amigo. No importa si dichos momentos no aluden para nada un posible romance. El simple hecho de que haya compartido su encanto (y su dicha) con alguien lo sentimos como una invasión a un terreno del cual nos creemos dueños exclusivos y excluyentes. Las mujeres (y también los hombres) conocen cuando alguien tiene esta fragilidad y pueden actuar en un sentido o en otro. Tal vez eviten contar o minimicen estos eventos; o por el contrario los exageren con en fin de hacernos sufrir...

Volviendo a la historia, las pocas veces que estuvimos juntos, y que fuimos sobrehumanamente felices, ella alcanzó a leer en mi corazón esa mi debilidad. Me dolía patéticamente que otro - y no yo - sea quien la llenara de dicha. Es posible que inventara adrede ese amor, o que lo exagerara. El punto es que logró sacar algo muy primitivo que, oculto en mi corazón, aguarda el momento para brotar y hacerme lacerantemente infeliz...

Es desconcertante como el más tierno y apasionado amor, puede despertar los sentimientos más egoístas y cavernícolas. Ahora escribo estas líneas para tratar de conjurarlos...