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EL PODER EN LOS TIEMPOS DE NADlNE

Publicado: 2012-12-28

A raíz del reciente (y ya casi olvidado) aferramiento al cargo del ex ministro de trabajo José Villena, volvió  a la mesa de debate el poder que ostentarían la primera dama Nadine Heredia y el ministro de economía Luis Miguel Castilla. Respecto a la primera dama, en la evolución de su afianzamiento en el poder hay que ubicar momentos claves. Veamos. En las pasadas elecciones, donde su esposo Ollanta fue derrotado por un experimentado y sagaz Alan García, Nadine sólo llamaba la atención por su simpatía y por la imagen de compañera guapa y laboriosa que ya quisiera tener cualquier político. En la campaña para los comicios del 2011, es altamente probable que arrastrara mucho voto femenino hacia la candidatura del otrora radical nacionalista. Hoy se conoce que desde ese entonces ya decidía sobre aspectos importantes de dicha campaña. Una de sus estrategias fue seleccionar un grupo de confianza con el cual trabajó activamente. En otras palabras se fue afianzandó  como una  eficiente operadora política.

Una vez  que Ollanta se instaló en el cargo, Nadine  evidenció algunas carencias del recién electo presidente y encontró en ellas la oportunidad de encumbrarse más en el poder. Siendo precisamente el poder invisible el tema de fondo, es inevitable no contextuar el tema en el funesto fujimorato.  En efecto, Fujimori en 1990 gana las elecciones sin contar con una base partidaria en la cual apoyarse. Esto lo impulsó a buscar sostenerse en las fuerzas armadas, ayudado por Montesinos,  un siniestro e inescrupuloso “asesor”.  Juntos armaron una estructura de gobierno basada en la corrupción y el autoritarismo. Esto le  permitió, no sólo gobernar, sino (y éste es el riesgo mayor), infiltrar y manejar casi todas las instituciones en función de sus interés.

Volviendo al caso Nadine. Una de las carencias detectadas por ella fue justamente  la falta de cuadros técnicos o políticos para  ocupar cargos claves como ministerios. En este escenario comenzó a competir con la llamada izquierda “caviar” que también había cumplido destacada labor en la campaña. Esto explica que, en su primera etapa, varios de los ministros, asesores y funcionarios del gobierno de Ollanta, provinieran de este sector. Sin embargo, Nadine no se quedó con los brazos cruzados. Al perder un poco del control político, acudió a otro poder mucho más decisivo. Nos referimos al poder económico desde donde comenzó a trabajar. Un ministerio clave para empoderarse fue el de economía, pues finalmente todos los proyectos y decisiones de gobierno debían tener luz verde de parte del ministro Castilla. Fue la oportunidad precisa para la primera dama de convertirse en el brazo político del mencionado ministro y de los grandes grupos económicos de su entorno. Una consecuencia directa de esta estrategia fue el arrinconamiento progresivo del sector “caviar” que participaba del gobierno hasta llevarlos a renunciar. Esto en el ajedrez  político peruano se convirtió en un claro giro gubernamental hacia la derecha.

En suma el poder de Nadine, cuyas estructuras son más económicas que políticas, ha crecido bajo su propia dinámica. En la práctica todo congresista, presidente regional, alcalde o cualquier autoridad (incluyendo algunos ministros) que no quiere que archiven su proyecto, por no tener el “financiamiento” respectivo, debe acudir por ayuda ante ella. Una diferencia radical con el poder fujimorista de la década de los noventa es la eventual ausencia de una corrupción institucionalizada, lo que algunos han denominado el Estado mafioso encabezado por la dupla Fujimori – Montesinos. No es alarmista en este sentido, mantenernos vigilantes para que el poder de Nadine (y su entorno) no degenere en esta dirección.

La tesis planteada líneas arriba explica en parte el origen y los soportes del poder de Nadine Heredia. Se confirma una vez más que en países con debilidad institucional como el nuestro, las decisiones políticas dependen del poder económico. Se trata para utilizar un esquema conocido, de una moderna oligarquía que tiene la enorme ventaja de contar con un gran apoyo popular. No es ninguna casualidad que a estas alturas a muchos les entusiasme una posible candidatura de la  carismática primera dama. Sin embargo, nunca debemos olvidar, y los peruanos tenemos lamentable y reciente experiencia en ello, que la concentración de poder excesivo es contraproducente, pues termina por ceder a nefastas tentaciones como la corrupción y la autocracia.


Escrito por

Billy Crisanto Seminario

Buscador incansable de la verdad. Temperamental y apasionado. Deprimido a ratos, sin embargo me llena de dicha contemplar las estrellas. Cuando me siento mal vuelo al mundo de la fantasía donde encuentro a mi musa a quien colmo de amor y luego...simplemente es


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marginal777

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